Desde el principio quisimos que nuestras máscaras mostrasen la personalidad del personaje al que representan. Era difícil, pues nuestros personajes no son de cuento sino personas reales. Además, no interpretan una comedia sino un drama que, por desgracia, existe en nuestra sociedad. Por ello decidimos que lo mejor iba a ser hacer primero un diseño de ellas en nuestra mente, inspirarnos en algo que nos gustase, elegir los materiales y pasar a la acción.
Nuestras musas fueron estas máscaras que llamaron mucho nuestra atención y de las que intentamos extraer varias ideas. Pertenecen a una exposición de Puerto Rico en la que han participado multitud de autores contemporáneos, Mascaraciclada.
Nos encantó la idea de utilizar materiales como tenedores, cucharas, chanclas, CDs... y nos dispusimos a hacerlo.
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