23 de mayo de 2015

El personaje más difícil

Genaro es, junto con María, el protagonista de nuestra historia. Es, por tanto, el maltratador. Estas personas muestran dos caras de una misma persona. Por ello, decidimos crear una máscara de dos cabezas con colores sugerentes de cada una de sus personalidades. Cada cabeza de la máscara es una de las dos personas que constituyen a Genaro y, cada una de ellas, es de un color diferente en función de lo que pretendemos transmitir.





EL NEGRO

El negro es uno de los colores más misteriosos y uno de los más utilizados para reflejar conceptos variados en el medio cultural. Existen 50 tonos de este y no es más que la ausencia del resto de los colores. Por eso, una superficie es negra cuando no absorbe ningún rayo de color al reflejarse en ella la luz blanca, constituida por los demás colores. Junto al blanco y el gris, el negro es uno de los colores llamados neutrales o no vivos.


En telas, este color se relaciona con la elegancia y la autoridad pues, cuando una persona viste ropa negra transmite su carácter individualista y su gran personalidad. Además, conecta con el peso, la dureza y la estrechez: si alguien quiere verse más delgado el color ideal es el negro. 


A pesar de todo, en su mayoría, la ausencia de colores se utiliza para expresiones negativas. En el Génesis, el primer libro de la Biblia, se narra la historia del Diluvio Universal. La negatividad asociada al “color negro” es tanta que, en esta historia, es un cuervo (de plumaje negro) el que regresa al arca sin nada en el pico para indicar la ausencia de tierra, mientras que es la paloma (de plumaje blanco) la que retorna con una rama de olivo para confirmar la cercanía de suelo firme. 


Es necesario tener en cuenta que la simbología del color depende por completo de la cultura y el momento histórico.




El negro muestra el lado oscuro de los demás colores cuando se coloca junto a ellos. Así, con el amarillo transmite la idea de egoísmo.






EL AMARILLO


El amarillo es un color bastante contradictorio debido a sus significados y simbolismos diversos. Es uno de los colores primarios y se presenta en más de 100 tonalidades. Es adaptable y poco estable, ya que con una mínima gota de otro color, surge otro completamente distinto. 


La claridad y luminosidad del amarillo han provocado la asociación de este con el Sol y, en consecuencia, con la inteligencia y el conocimiento. Ambas, a lo largo de los tiempos han sido simbolizadas por el astro rey. Así, en la mitología griega, Apolo es el Dios del Sol al estar relacionado con la ciencia y el intelecto. Del mismo modo, el siglo XVIII, época en la que se reivindicaba el poder de la razón sobre la ignorancia, se conoce como Siglo de las Luces o Ilustración.

Dios Apolo y el Sol astrológico

En la naturaleza, es el color más abundante junto con el verde. Es el color del otoño y del estío y el más exuberante entre las flores. Las grandes manchas de trigo y avena en la tierra tienen este matiz.





Por otro lado, la historia ha considerado a la mujer rubia o de cabellos dorados como el ser más bello y, a esta belleza, siempre va unida la juventud, de las que el amarillo es símbolo. No obstante, y aunque parezca discordante, del mismo modo que el amarillo se relaciona con la juventud también lo hace con lo antiguo, como las hojas de los libros viejos y las telas blancas encerradas durante años en los armarios.



Helena de Troya





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