16 de abril de 2015

El dadaísmo

Denominación deliberadamente desprovista de sentido, adoptada por un movimiento literario y artístico que pretendía destruir la sociedad, la cultura y el arte tradicionales para redescubrir la auténtica realidad.

El primer dadá, surgido en Zurich en plena primera guerra mundial, reunió a diferentes intelectuales unidos por el rechazo de todo valor, modelo y forma de arte de la cultura tradicional. Su nacimiento va ligado a la fundación en 1916 por Hugo Ball del Cabaret Volteire, en el que H. Hennings, Tristan Tzara, Hans Arp, Marcel Janco, R. Huelsenbeck y H. Richter pasaban veladas dedicadas a la pintura, música, poesía, college, etc.

En 1918 se unieron al grupo V. Eggeling y Francis Picabia, quien había introducido el dadaísmo en Nueva York con Man RAy y Marcel Duchamp, cuya actividad se caracterizó por la atribución de un nuevo valor a objetos descontextualizados (ready-made). El movimiento se extendió por Alemania, donde surgieron grupos en Belín (Baader, Grosz), Hannover (Kurt Schwitters) y Colonia (Max Ernst, Baargeld), y por Francia, con André Breton y Louis Aragon.

Nunca presentaron un programa definido ni una unidad estilística, solo presentaron unos ideales comunes: su inconformismo se concretó en acciones encaminadas a la provocación y el escándalo; se opusieron al orden y a la belleza establecidos, y defendieron a ultranza la libertad y la espontaneidad del artista; defendieron, también, la importancia de la experiencia frente al arte y el proceso frente al objeto artístico.

El arte dadaísta se resumió en unas propuestas antiartísticas, provocadoras y radicales, como los collages, los fotomontajes, los ready-madres (objeto manufacturado que es exhibido como obra artística) y las pinturas-esculturas. Mediante estas técnicas se reivindicó el azar como base de la creación artística y, por lo tanto, el abandono de las estéticas tradicionales. Este movimiento anticipó el automatismo surrealista y, a partir de 1920, la mayoría de sus componentes evolucionó hacia la acción revolucionaria o hacia el surrealismo.

Francis Picabia fue inicialmente una preciado pintor postimpresionista. En 1909 pintó su primera obra abstracta, Caucho, y abandonó para siempre el estilo impresionista. Su encuentro con Marcel Duchamp y con Apollinaire orientó cada vez más a su arte hacia una no-figuración lírica de gran expresión. En el salón de Otoño en París, expuso dos de sus obras mayores: Edtaonisl y Udnie.

En 1916 fundó en Barcelona la revista 291, que contenía, en germen, las características del movimiento dadá. Las obras mecanomorfas, inspiradas en la máquina, ejecutadas después de una de sus muchas estancias en EEUU, hacen ya de Picabia uno de los creadores más conocidos del dadaísmo (El niño carburador, Mujer con cerillas, La mujer del monóculo).

En cuanto a Marcel Duchamp, sus primeras obras denotan la influencia del impresionismo y del cubismo. Sin embargo, hacia 1911 comenzó a practicar una disociación de formas más cercada al futurismo (Desnudo bajando la escalera). La mariée mise à nu par ses célibataires, même significa su adiós a la pintura.

Ya desde 1913 estaba desarrollando un cierto nihilismo estético, con una exposición de objetos extraídos de su contexto en una parodia de la obra de arte Portabotellas. Establecido en EEUU dio vida, junto con Picabia y RAy, al movimiento dadá estadounidense y expuso sus primeros ready-made (Fuente). Tras un largo período de inactividad, realizó rotorrelieves fabricados en serie y, de 1946 a 1966, trabajó en su última gran obra, Etant donnés: 1º la chûte d'eau, 2º le gaz d'éclairage, una especie de "environnement".

Al negar la calidad estética objetiva de la obra de arte, fue un precursor de la conceptualización del arte.


La fuente-Marcel Duchamp

Marcel Duchamp

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