El 21
de mayo de 2015 vivimos una experiencia inolvidable. Nos recibieron a las 9:00
de la mañana en el aula de 6ºA del colegio San Mateo. Entramos de una en una,
pero no lo hicimos de una manera convencional. Nos presentamos cantando. Después,
explicamos a los niños el expresionismo por medio de un teatro en el que Sara
hacia el papel de una persona loca y despistada; Yol, el de una mujer cansada y
“pasota”; Marián, el de la buenaza; y yo, el de la Señorita Rottenmeiller.
Primero
preguntamos a los niños qué creían ellos que era el arte. Después les
explicamos el expresionismo haciendo mucho hincapié en una de las figuras más
importante del mismo, Edvard Munch, y en su cuadro más emblemático, El grito.
Procuramos
que al principio todo fuera muy divertido pero, poco a poco, fuimos cambiando
la dirección de la exposición hasta que llegó el momento de decirles que tenían
que desplazarse desde las Vanguardias del siglo XX a la época actual, y
trasladarse desde la mente de Edvard Munch hasta la de una mujer maltratada.
Cuando oyeron esto, la expresión de sus rostros cambió.
A
continuación, pusimos el cortometraje “Una razón para sentir” y sus caras
reflejaban notablemente la sensación que estaban viviendo en cada escena. Más
tarde, intentamos que fueran conscientes de los escandalosos datos que giran en
torno a la violencia de género y, aún más, quisimos que en parte pudieran
sentir en su piel aquello que siente una mujer humillada. Así, cuatro alumnos,
dos niños y dos niñas, tuvieron que llevar a cabo un pequeño teatrillo con el
objeto de elaborar un spot promocional contra la violencia de género. La
primera pareja hacia las veces de un matrimonio convencional, comprensivo y
lleno de amabilidad. La segunda, era un matrimonio en el que predominaba el
maltratado machista. Realizar esta actividad fue sorprendente para todos.
Nosotras nos alegramos mucho porque todo salió a pedir de boca y los niños entendieron
a la perfección lo que pretendíamos transmitir. Cuando terminó le
representación ellos mismos nos dijeron que habían visto muchas diferencias de
un matrimonio a otro y, juntos, llegaron a la conclusión de que NADIE TIENE EL
DERECHO DE HUMILLAR Y VEJAR A OTRA PERSONA.
Cuando
terminó la clase en 6ºA nos dirigimos a la habitación contigua para conocer a
los alumnos de 6ºB. En esta aula todo fue igual salvo la actividad final. Aquí
dividimos a los alumnos en dos grupos, y con cada grupo trabajamos dos de
nosotras. Pedimos a los chicos que hiciesen un cartel contra la violencia de
género. Primero debían hacer un marco con palabras que naciesen de ellos
mismos, palabras contra la violencia de género o a favor de las víctimas.
Después debían hacer una composición expresionista. La idea de mi grupo fue
hacer una especie de agujero negro que cada iba cerrándose más y más como
símbolo de la oscuridad en la que se va sumergiendo una mujer maltratada
incapaz de pedir ayuda. No obstante, aunque las ideas fueron buenas no salió
todo como queríamos. Aún así, sabemos que la falta de interés por el dibujo es
algo normal a la edad de estos niños. Pero haciendo uso de las intervenciones
de nuestras compañeras Ana y María, hemos considerado que tienen razón al decir
que debemos seguir utilizando esta actividad para intentar volver a despertar
el espíritu artístico de los niños.
Simplemente,
decir que la experiencia ha sido inolvidable y maravillosa. La implicación de
los alumnos ha sido absoluta en algo que considero sumamente importante: la
lucha contra los conflictos sociales que suponen la vejación de un ser humano.
Hemos empezado por la violencia de género y, debido a propuestas que nos han
hecho, seguiremos promocionando el proyecto y haciendo uso del mismo hasta agotar
todas sus posibilidades. Aunque considero que tratándose de un tema así, estas
no se agotarían nunca. A partir de aquí, nuestra intención es dar vida a
distintos proyectos en los que tratemos diversos temas. Temas que creemos que
un buen educador tiene la obligación de tratar pues, no sirve de nada que un
alumno sepa la lección de lengua o ciencias naturales si, cuando crezca, no va
a saber vivir en sociedad.
Quiero
dar las gracias a los profesores que apoyaron nuestra iniciativa en la escuela
y, sobretodo, a los niños que participaron poniendo en el proyecto todo su
corazón e ilusión.
GRACIAS
PEQUEÑOS MAYORES
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario